El zapallito (o calabacín, en algunos lugares) es una hortaliza muy versátil y de consumo frecuente, especialmente en América del Sur. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas, al igual que los zapallos y pepinos. Se caracteriza por su forma redonda u ovalada y su piel lisa, que puede ser verde clara, oscura o incluso ligeramente rayada. Su pulpa es tierna, blanquecina y con pequeñas semillas comestibles en el centro. Tiene un sabor suave y neutro, lo que lo hace ideal para combinar con una gran variedad de ingredientes.
Alto contenido de agua: El zapallito está compuesto por aproximadamente un 95% de agua, lo que lo convierte en un alimento excepcionalmente hidratante. Es ideal para los días calurosos y para mantener el equilibrio hídrico del cuerpo.
Bajo en calorías: Gracias a su elevado contenido de agua y bajo aporte de carbohidratos, es una hortaliza con muy pocas calorías, lo que la hace perfecta para incluir en dietas de control de peso.
Fuente de fibra: Contiene fibra dietética, que es beneficiosa para la salud digestiva. Ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y promover una digestión saludable.
Rico en vitaminas y minerales: Aporta vitamina C, un antioxidante importante para el sistema inmunológico y la piel. También es una buena fuente de vitamina A (especialmente en la piel y en variedades de color más intenso), folato (vitamina B9), y vitamina K. En cuanto a minerales, es destacable su contenido en potasio, importante para la presión arterial y la función muscular, y magnesio.
Antioxidante: Posee antioxidantes como los carotenoides (luteína y zeaxantina, especialmente si tiene un ligero tono amarillo en su piel o pulpa) y la vitamina C, que combaten los radicales libres y protegen las células del daño oxidativo.
Beneficios para la salud ocular: La luteína y zeaxantina son importantes para la salud de los ojos, ayudando a proteger la retina de la luz dañina y reduciendo el riesgo de degeneración macular.
Versatilidad culinaria: Su sabor suave permite que se adapte a una infinidad de preparaciones, tanto saladas como dulces (aunque menos común). Es excelente para absorber los sabores de otros ingredientes.