El tomillo es una hierba aromática perenne, originaria de las regiones mediterráneas. Es conocido por su aroma intenso y característico, así como por sus múltiples usos culinarios y medicinales. Sus hojas son pequeñas, ovaladas y de un color verde grisáceo, y crecen en tallos leñosos.
Sus propiedades más relevantes son:
Aroma y sabor intensos: Posee un aroma cálido, terroso y ligeramente picante, con notas cítricas y mentoladas. Su sabor es penetrante y se intensifica con la cocción, lo que lo convierte en un condimento muy apreciado en la cocina mediterránea.
Propiedades antisépticas y antimicrobianas: Es rico en timol y carvacrol, compuestos fenólicos que le otorgan potentes propiedades antisépticas, antibacterianas, antifúngicas y antivirales. Por esta razón, se ha utilizado tradicionalmente para tratar infecciones respiratorias, cutáneas y digestivas.
Expectorante y mucolítico: Ayuda a fluidificar las secreciones bronquiales y facilita su expulsión, siendo útil en casos de tos, bronquitis, asma y resfriados.
Digestivo: Favorece la digestión al estimular la producción de jugos gástricos y ayuda a reducir los gases y la hinchazón.
Antioxidante: Contiene diversos compuestos antioxidantes que ayudan a combatir el daño de los radicales libres en el organismo, contribuyendo a la protección celular.
Antiinflamatorio: Sus componentes activos le confieren propiedades antiinflamatorias, que pueden ser beneficiosas para aliviar dolores musculares y articulares.
Estimulante y tónico: Se le atribuyen propiedades estimulantes y tónicas, que pueden ayudar a combatir la fatiga y mejorar el estado de ánimo.
Usos:
Culinario: Es un ingrediente fundamental en guisos, estofados, asados (especialmente de carnes y aves), sopas, salsas, marinados y adobos. Combina muy bien con verduras, legumbres y patatas.
Medicinal: Se utiliza en infusiones (té de tomillo) para afecciones respiratorias, en gargarismos para dolores de garganta, y en aceites esenciales (diluidos) para masajes o aromaterapia.
