El pomelo rosado (o toronja rosada) es una fruta cítrica que se distingue por el vibrante color de su pulpa, que va desde el rosado pálido hasta un rojo más intenso. Este color se debe a la presencia de licopeno, un potente antioxidante, que también se encuentra en tomates y sandías. A diferencia del pomelo amarillo, el rosado suele tener un sabor más dulce y menos amargo, lo que lo hace muy popular para el consumo fresco y en jugos.
Alto contenido de antioxidantes: Además de la vitamina C (un antioxidante esencial para el sistema inmunológico y la formación de colágeno), el pomelo rosado es rico en licopeno y betacarotenos (precursores de la vitamina A). Estos compuestos combaten los radicales libres, protegiendo las células del daño oxidativo y contribuyendo a la prevención de enfermedades crónicas y el envejecimiento.
Beneficios para la salud cardiovascular: Contiene flavonoides y potasio, que son clave para la salud del corazón. Ayuda a regular la presión arterial, reducir los niveles de colesterol LDL ("malo") y triglicéridos, y mejorar la circulación, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Ayuda en el control de peso: Es una fruta baja en calorías y con un alto contenido de agua y fibra soluble. Esto contribuye a la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a reducir la ingesta calórica y, por ende, favorecer la pérdida o el mantenimiento del peso.
Fortalece el sistema inmunológico: Gracias a su abundante vitamina C, el pomelo rosado es un excelente aliado para reforzar las defensas del organismo, ayudando a prevenir y combatir resfriados y otras infecciones.
Mejora la salud de la piel y la vista: La presencia de vitamina A y sus precursores (betacarotenos) contribuye a mantener una piel sana y radiante, así como a proteger la salud ocular.
Propiedades digestivas y diuréticas: Su contenido de fibra promueve una digestión saludable y previene el estreñimiento. Además, es un diurético natural que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del cuerpo.
